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martes, 18 de marzo de 2014

Principio de dualidad y oposición andina

Uno de los principios de las culturas andinas precolombinas fue el de dualidad y oposición, como generador y organizador del cosmos, formadas por dos fuerzas contrapuestas pero complementarias. La característica de la dualidad y oposición es la simetría en sus diversas variantes, es decir aquellas en que la imagen se forma por el enfrentamiento de mitades prácticamente iguales a ambos lados de un eje central. Estas imágenes duales y opuestas generalmente representan dos aspectos diferentes de lo mismo, como MASCULINO – FEMENINO, JOVEN – VIEJO, DÍA – NOCHE. La dualidad a través de la bipartición en pares de opuestos, simétricos y complementarios es el sustento de la concepción  andina sobre el origen del cosmos y de sus deidades, basada en la idea de que todo se forma a partir del desdoblamiento y particiones sucesivas. Nada existe como un ser único ni está aislado en el universo, todo lo que existe tiene su par, su opuesto complementario.

jueves, 6 de marzo de 2014

HOMBRES ESCUDOS (escutiformes)

Santa María – Hombres Escudos (escutiformes)
La cultura Santa María se desarrolló entre los años 900/1000 a 1480 de nuestra era , fechas dinámicas como fruto de nuevas investigaciones y hallazgos arqueológicos y estudios antropológicos que modifican fechas y lugares. Esta cultura surgió en el valle del mismo nombre en Catamarca; se extendió por el Cajón, Calchaquí y valles transversales. Su influencia llegó al área de de Andagalá y Hualfín , incluso hasta el Valle de Catamarca en el sur de la provincia.En el sitio denominado Alero Ambrosetti. Localizado en Cerro Cuevas Pintadas. Las Juntas. Departamento de Guachipas. Provincia de Salta. Región Sierra de Carahuasi. Cordillera Oriental, se encuentran pinturas  rupestres de  hombres – escudos (escutiformes), pintados en blanco y negro, con rostro de rasgo definido e importantes penachos. Asignación cronológica – cultural: Período Tardío (900 – 1470 dC).motivo de nuestro trabajo. Los adornos cefálicos adquieren gran importancia en la representación de las figuras humanas durante este período. En las pinturas del alero de Ambrosetti han sido identificados veintitrés tipos de esta clase de aditamiento hechos con plumas, con una infinita diversidad en cuanto a la forma, dimensiones, colorido y combinaciones de elementos, esta variedad respondía probablemente a la posición social que el individuo ocupaba en su entorno social. Existen documentos, correspondientes a centurias posteriores a la llegada de los españoles al noroeste argentino, que indican que muchos grupos étnicos aún conservaban la necesidad de distinguirse por sus vestidos, tocados y deformaciones craneanas. Eduardo Cigliano dió a conocer por primera vez estas pinturas en el año 1972 y, a partir de esa fecha, los sitios se han constituido en uno de los repositorios más destacados, pero al mismo tiempo más amenazados  por actos de vandalismo del arte rupestre del noroeste argentino. Los denominados hombres - escudo, escudos o escutiformes que se representan en este lugar, impactan por su policromía, belleza variedad de diseño; estos son figuras humanas que portan, a manera de vestimenta, un gran escudo con rica variedad de diseño en el interior, a manera de ornamentación, en una sinfonía de tonalidades contrastantes. Presentan, en muchos casos, en las extremidades inferiores, adornadas con tobilleras, indicación del rostro y adorno cefálico que, por lo general, están conformados por dos a cuatro largas plumas de extremo distal ensanchado. Una excepción lo constituye un escutiforme que porta un complejo tocado de diecinueve plumas y un rostro surcado por lágrimas como suele aparecer en la iconografia santamariana. Nuestro trabajo Santamaría – Escutiforme es una versión libre de un hombre escudo que se encuentra en este sitio. La bibliografía consultada : El Arte Rupestre de Argentina Indígena (Noroeste). Autores: María Mercedes Podestá, Diana S. Rolandi, Mario Sánchez Proaño, coordinador Rodolfo A. Raffino.   
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lunes, 3 de marzo de 2014

ISKAY PURAJUMA AMARU (serpiente de dos cabezas)

ISKAY  PURAJÚMA AMÁRU
La cultura Santa María se desarrolló entre los años 900/1000 a 1480 de nuestra era , fechas dinámicas como fruto de nuevas investigaciones y hallazgos arqueológicos y estudios antropológicos que modifican fechas y lugares. Esta cultura surgió en el valle del mismo nombre en Catamarca; se extendió por el Cajón, Calchaquí y valles transversales. Su influencia llegó al área de de Andagalá y Hualfín , incluso hasta el Valle de Catamarca en el sur de la provincia. Iskay Purajúma Amáru: serpiente de dos cabezas (del quichua, “iskay”: dos; “uma”: cabeza, y “amáru”: serpiente). Es el dibujo mayor representación en toda la arqueología precolombina. Representa según la cosmovisión precolombina el símbolo Pacha, en todas sus acepciones y advocaciones, en tanto sacralidad suprema, tiempo, espacio, mundo, tierra, universo, y muy especialmente (en nuestro Noroeste) en su advocación de Pacha Mama (Madre Tierra), dador o dadora de vida, la fertilidad y la buena cosecha. A este concepto básco de la espiritualidad andina y amerindia debe referirse a la doctrina de Pacha, quien posee numerosas advocaciones referentes a la misma sacralidad y mitogramas serpentiforme,tales como Pacha tata (Dios Padre); Pachakámaj (trueno – relámpago – rayo –fuego); Pachakánchay (Señor de la luz); Pachakútij (Señor del eterno retorno). La serpiente se halla en el Mundo Supremo (Hanan Pacha) como el símbolo Hatun Amaru; pero tambien en el Mundo Subterráneo (Uray Pacha) como Sacha Mama(bicéfala), como fuente u origen del agua; Yacu Mama (monocéfala), y como Ashpa Machájhuay o Serpiente de Tierra, símbolo mortuorio o funerario.